Según diversos autores, Lucrecia vivió en los tiempos de Tarquinio el Soberbio, el último rey de Roma. La joven contrajo matrimonio con Tarquinio Colatino, un miembro de la familia real, y la pareja era conocida por su virtud y su buen entendimiento. Una noche, estando en medio de una campaña militar, Tarquinio Colatino y su primo Sexto Tarquinio, el hijo del rey, apostaron cuál de sus mujeres era más virtuosa. Para comprobar con los hechos lo que no podían demostrar con palabras, cabalgaron hacia Roma en mitad de la noche e hicieron una visita sorpresa a sus esposas. Mientras Lucrecia tejía la lana en compañía de las sirvientas, la mujer de Sexto Tarquinio fue sorprendida en fiestas y banquetes con sus amigos. Además de perder la apuesta, el hijo del rey sintió nacer una gran pasión por la virtuosa Lucrecia, por lo que al día siguiente, mientras Tarquinio Colatino permanecía en el campamento, él regresó a Roma y violó a la joven.
Lucrecia, sintiéndose deshonrada, hizo llamar a su esposo y a algunos de sus amigos. Después de narrarles lo que había ocurrido, sacó un puñal y se dio muerte, pues no era capaz de vivir sintiéndose ultrajada. Tarquinio Colatino y sus amigos, entre los que se encontraba Lucio Junio Bruto, juraron vengar a la joven y expulsar a la dinastía reinante de Roma.
Colatino y Bruto, al mando del resto de la aristocracia romana, lograron expulsar a Tarquinio el Soberbio y su familia de Roma, decretando que nadie en la Urbe volvería a detentar el título de rey jamás.
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